7 Consejos de expertos para organizar una mochila de excursión
Prepare (y use) su mochila como un profesional.
No importa cuál sea la razón (los beneficios cardiovasculares, el paisaje, el tiempo de calidad con su familia), el excursionismo puede ser una actividad muy placentera que cuesta muy poco y es buena para su salud física y mental.
“Las investigaciones muestran que el excursionismo tiene un impacto positivo a la hora de combatir los síntomas del estrés y de la ansiedad”, según Gregory A. Miller, doctor y presidente de la Sociedad Estadounidense de Excursionismo.
“Estar en la naturaleza es parte de nuestro ADN, pero en ocasiones se nos olvida”.
Quizá solo necesite una botella de agua para una excursión corta en un día cálido, pero si sale para más tiempo deberá llevar ropa apropiada para el pronóstico del tiempo, agua y comida suficiente, y suministros básicos, como protector solar, repelente de mosquitos y un mapa de senderos. Pero, ¿cómo llevará todo esto? Siga estos consejos para hacer una mochila organizada y cómoda, sin importar la distancia de su excursión.
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Elija la mochila adecuada Seleccione una mochila con la capacidad apropiada. La mayoría de los excursionistas que salen entre finales de primavera y principios de otoño pueden guardar todo lo que necesitan en una mochila de entre 18 y 24 litros de capacidad. Si lleva artículos de otra persona, como serían chaquetas y aperitivos para dos niños, utilice una mochila de 24 litros.
Muchos excursionistas prefieren una mochila que tenga al menos uno o dos bolsillos delanteros o superiores separados, para guardar artículos pequeños, como las llaves del coche, las gafas de sol o una cámara pequeña, y bolsillos de malla laterales para una botella de agua, repelente de insectos o protector solar. Algunas mochilas incluso tienen bolsillos con cremallera en el cinturón para guardar aperitivos.
Consejo: encuentre una mochila con bolsillos laterales a los que pueda acceder fácilmente sin tener que quitarse la mochila.
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Lleve lo necesario - Ropa adicional:— consulte el pronóstico meteorológico, teniendo en cuenta que la temperatura del aire baja unos 2°C por cada 300 metros de altura; hace más frío y viento a medida que va subiendo. Vístase con capas que se pueda poner y quitar, y lleve una chaqueta impermeable para la lluvia o el viento.
- Agua: una buena regla general es llevar un litro de agua por persona para una excursión de medio día, dos litros para varias horas y un litro adicional en un día caluroso. Use una bolsa de hidratación para tener acceso constante al agua.
- Comida: no subestime su apetito (o el de un niño ) en una excursión de medio día o de mayor duración. Lleve aperitivos que proporcionen carbohidratos y grasas que den energía, además de aperitivos salados para reponer el sodio (chocolate, barras energéticas, nueces y galletas saladas, queso) y comida para almorzar (sándwich, fruta duradera como una manzana) si es necesario. Recuerde llevar una botella de agua adicional para que pueda lavarse las manos con jabón antes de comer.
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Afloje las correas al hacer la mochila Las correas de compresión que se envuelven alrededor de los lados de muchas mochilas tienen un propósito: evitar que el contenido se desplace mientras caminas. Le ayudan a distribuir el peso para que la mochila sea más cómoda de llevar pero, antes de llenar la mochila, afloje todas las correas de compresión para maximizar el volumen.
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Haga la mochila con cabeza Su centro de equilibrio y el núcleo de su fuerza corporal están en la parte media de la espalda, así que querrá ubicar allí la mayor parte del peso de la mochila. Si ese peso está a varios centímetros de la columna vertebral o en una posición demasiado alta o demasiado baja en la mochila, podría sentir que la mochila tira de usted hacia abajo. Al llenar la mochila, coloque los artículos más pesados (agua, comida, tal vez una guía) en la parte interna más cercana a la columna vertebral y cerca de la parte media de la espalda.
Consejo: si siente que las correas de la mochila se le clavan en los hombros, intente apretarlas o aflojarlas; si esto no funciona, el problema podría ser que el peso de la mochila no está bien distribuido. -
Organice y priorice Guarde en los bolsillos exteriores los artículos que necesita tener a mano, como mapas, protector solar, repelente de mosquitos o gafas de sol. Organice la ropa adicional en el interior de manera que quede encima lo que necesitará con mayor probabilidad, como una chaqueta en un día de viento. El almuerzo no tiene que estar en la parte de arriba, pues no lo necesitará hasta más tarde. Use ropa para envolver el contenido frágil, como sándwiches o galletas.
Consejo: un recipiente de plástico reutilizable, como un recipiente Ziploc, evitará que los alimentos se aplasten. -
Apriete las correas para el uso Una vez que haya guardado todo en la mochila, apriete firmemente las correas de compresión (no es necesario apretarlas demasiado). Esto estabiliza la mochila al evitar que el contenido se desplace y le haga perder el equilibrio en un tramo difícil.
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Ajuste la mochila a su cuerpo La mayoría de las mochilas tienen de dos a cuatro correas para ajustar la mochila al cuerpo de manera cómoda. Lo más probable es que solo tenga que hacerlo una vez, aunque los microajustes durante la excursión pueden aliviar las molestias.
- Coloque el cinturón de la mochila para que quede apoyado en el hueso de la cadera y, a continuación, apriételo hasta que quede en una posición cómoda.
- Enganche la hebilla de la correa del pecho y apriétela de manera que las correas de los hombros no se deslicen de los hombros ni se claven en la clavícula.
- Alcance debajo de los brazos y tire de las correas de los hombros para apretarlas a un nivel cómodo (sin apretarlas demasiado).
- Si la mochila tiene correas elevadoras de carga (encima de los hombros), apriételas para acercar la parte superior de la mochila a la espalda y evitar que se mueva de un lado a otro.
- Si la mochila tiene correas estabilizadoras (donde el cinturón se une a la mochila), apriételas para ajustar la parte inferior de la mochila firmemente contra la cadera.
Consejo: si es necesario, especialmente con una mochila pesada, afloje un poco las correas de los hombros al ascender por una pendiente pronunciada y apriételas al descender.